sábado, julio 22, 2006

Sidney bajo la lluvia




Esta semana ha coincidido en ser una de las más lluviosas del invierno. Coincidía con una conferencia de lingüística computacional, la más importante de todas, que este año ocurría en Sidney. La imagen de Sidney bajo la lluvia no corresponde a la imagen de desiertos y playas a la que la gente de fuera está acostumbrada. Pero pese al frío y la lluvia, he de reconocer que esta imagen tan inusual tiene su encanto.

La organización de la conferencia incluye una excursión en barco por el puerto y una visita al zoo, con lo que he tenido la oportunidad de fotografiar Sidney bajo la lluvia. Aquí incluyo unas pocas fotos de Sidney y su zoo desde este punto de vista tan poco común. Si quieres ver más, he puesto más fotos en mi página de Flickr.

Mira en el grupo "Sydney COLING/ACL".

martes, julio 18, 2006

De vuelta en Sidney

Nada, ya estoy de vuelta en el invierno australiano. Hoy el día ha aparecido lluvioso. He tomado el autobús para atender a una conferencia en el centro, pero ya se sabe, cuando llueve el tráfico se hace más caótico que de costumbre, y el transporte público se satura. Total, que he llegado media hora tarde a la conferencia. Y a la vuelta, he perdido el autobús y he tenido que tomar otro distinto, lo que me ha hecho caminar en la lluvia un buen rato... hoy ha sido lo que se dice un dia de perros. Y encima con jet-lag. Hala, ahora me voy a descansar. Buenas noches.

sábado, julio 15, 2006

Despedida de Soria

Ya estoy en el avión, de vuelta a Australia. Atrás queda Soria. Soria, la románica. Soria, la romántica. Soria, la calurosa. Soria, la heroica. Por casualidad, la revista "Aventura de la historia" que me compré ayer para leer en el avión tiene dos artículos sobre Numancia. Uno de ellos dice que no se puede asegurar el que se hayan suicidado todos los numantinos ante el asedio romano, y que el mito del suicidio numantino ha sido fomentado incluso por Cervantes (cuya obra La Numancia leí en el vuelo de ida a España). Sea. Tal vez este mito se haya utilizado a veces para exaltar la visión del español guerrero e invencible. Aun así no quita el hecho de que un pueblo de unos pocos miles de guerreros numantinos necesitó de un ejército de decenas de miles de romanos para ser reducido.

Bueno. Adiós, Soria. O, tal vez, hasta luego?

Soria románica



Otro día hablaba de la Soria romántica, con el poema de Antonio Machado, ahora hablo de la Soria de la época románica. En la visita al Monasterio San Juan de Duero y su claustro románico, aprendo que Soria era una zona fronteriza entre los reinos castellano, aragonés y navarro, y en constante lucha durante la Reconquista, de tal modo que Soria era tierra de nadie donde a veces estaba ocupada por los moros, a veces por los cristianos.

Con el establecimiento de los cristianos llegó el movimiento arquitectónico románico, con sus arcos de medio punto, y sus imágenes que, no sé por qué, me recuerdan a la película del Señor de los Anillos, esas gigantes estatuas guardando el río.

viernes, julio 14, 2006

Soria - El tiempo

Hoy no ha ocurrido nada especial, pero supongo que tengo que escribir algo, con lo que esta vez toca hablar del tiempo, en los dos sentidos de la palabra.

Aquí el tiempo meteorológico está loco. Por el día hace un calor asfixiante, por lo menos para mí que vengo del invierno australiano. Ahora entiendo ese poema del Cid que aprendí cuando iba a primaria (y que acabo de descubrir que es de Manuel Machado):

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
- polvo, sudor y hierro - el Cid cabalga ...

Como el Cid me veía yo el domingo pasado cuando estaba buscando alojamiento.

Y de repente, cae una tormenta fenomenal como el granizo de ayer o el chaparrón de hoy. Así entiendo que hayan habido héroes tan importantes en épocas pasadas en esta zona. Este tiempo crea héroes.

El otro comentario es sobre el tiempo horario. Estas horas de comer y cenar me matan. Las dos horas de siesta me rompen el ritmo de trabajo, y eso de cenar a las 10, hace que, para evitar acostarme con el estómago lleno, me quedo levantado hasta más allá de la una de la mañana.

¡Ay qué ganas que tengo de volver a Australia, con su tiempo más fresquito, y con horas más cómodas!

jueves, julio 13, 2006

Por los alrededores de Soria




Esta tarde toca excursión. El curso que damos es parte de una serie de cursos de varias temáticas. Otro curso en paralelo era de un tema relacionado con el arte, y nos hemos juntado con el grupo del arte para visitar algunos lugares en las cercanías de Soria.

El primer lugar ha sido la ermita mozárabe de San Baudelio, del siglo XI. La ermita tiene unas formas curiosísimas, con un pilar central que parece una palmera, y restos de frescos. La mayoría de los frescos originales están ahora en museos repartidos por todo el mundo, pero aún queda la marca de dónde estaban. Mientras estábamos en la ermita una tormenta de lluvia y granizo arreció en el lugar, y después de la tormenta todos los aromas del campo salieron. Había olores de manzanilla mezclados con tomillo.

La segunda parada ha sido en Berlanga de Duero, donde hay una iglesia gótica tardía. La iglesia en sí es interesante de ver por su mezcla de arquitecturas de varias épocas, y los restos de un caimán que fue traido de América en el S.XVI por Fray Tomás de Berlanga. Pero lo mejor de esta iglesia (la Colegiata) fue la guía que tuvimos. Dado que estaba cerrada por restauración, una monja local vino con la llave y nos explicó la iglesia. La mujer era bastante mayor, y era como una enciclopedia local andante. Empezaba a hablar, y no paraba. Daba los detalles con la rapidez y la precisión de un guía profesional, o mejor, como una grabación. Añade a esto el que era un poco sorda y no hacía caso a las preguntas (a no ser que preguntaras con voz fuerte), y el efecto era total. Su cadencia rítmica hacía indicar que ha estado haciendo lo mismo durante décadas, y su conocimiento era tan personal y preciso que parecía que hablaba de cosas que habían ocurrido ayer mismo. La guía, y no tanto la colegiata, fue lo más interesante de todo el viaje.

La zona es tierra del Cid, y acabamos la excursión en Andalucía, un pueblo que, según uno de los lugareños, tiene solamente cinco habitantes en invierno. Casi todas las casas eran de adobe, y muchas se habían rehabilitado como casas de verano. La iglesia románica era también una joya. Y es que España en general, y Castilla-León en particular, está llena de joyas de patrimonio de la humanidad. Espero que estas joyas sigan aguantando siglos y peligros de especulación o abandono para disfrute de futuras generaciones.

miércoles, julio 12, 2006

Un paseo en Soria



Soria, con 30.000 habitantes, es tal vez la capital de provincia más pequeña de España. Pero aun así no es tan fácil descubrir el mejor modo de ir de un punto a otro. Las calles del centro tienen una disposición errática. El hotel está en el centro, y el convento donde damos el curso está hacia la parte norte del pueblo. Se tardan unos diez minutos a pie, pero aún no he encontrado la mejor manera de ir entre el hotel y el convento. Cada día he tomado un camino distinto, y todos los días me ha dado la sensación de que estaba dando un rodeo. Bueno, tal vez el último día encontraré el camino más corto, o me daré por vencido y usaré un plano.

Hoy, de vuelta al hotel, he tomado un camino más largo a propósito. He tomado el camino del río, el Duero, que pasa por un parque. El parque es precioso, con chopos gigantes y gente bañándose en el río. Siguiendo el río hay una ermita que parece una proturberancia de las escarpadas rocas junto al Duero. Cerca de la ermita está escrita esta poesía de Machado:

Estos chopos del río que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas

El río tiene la aparencia de tener más caudal del que le corresponde en verano, y eso es porque han hecho una presa para que el nivel esté constante a su paso por Soria. El resultado es decididamente efectivo, y el paseo por el río es algo que vale la pena hacer. He de reconocer que para hacer este paseo he usado un plano para no perderme, pero esta ocasión no cuenta. Mañana seguiré buscando el camino más corto entre hotel y convento.

lunes, julio 10, 2006

Soria - ¡Qué calor!

Estos dos días pasados el termómetro se ha disparado. Hay una ola de calor, y las temperaturas rondan por encima de los cuarenta grados. Es bastante duro el salir a la calle, o por lo menos lo es para mí, recién llegado del invierno australiano. Por suerte el hotel y el aula donde damos el curso tienen aire acondicionado, pero solamente el caminar del hotel al convento donde se hace el curso es toda una aventura.

Hoy, de camino a la sesión de la tarde, he pasado por delante de un termómetro con una temperatura récord. El termómetro indicaba 93 grados. ¡Estamos a punto de hervir! Me imagino que es un error, y el palito de la parte de arriba del número estaba encendido por error. Es decir, tal vez la temperatura era "sólo" de 43 grados. Qué alivio.

Por cierto, la maleta perdida ha llegado. Todos los del curso que sabían de mi aventura coincidían en que tenido suerte que sólo haya tenido que esperar un día. No sé, sigo pensando que he tenido mala suerte en que la maleta se haya quedado en Londres. Que no es normal, ¿o sí?

domingo, julio 09, 2006

Llegada a Soria

Pues sí que empezamos bien. Primero, la maleta se ha quedado en Heathrow, el aeropuerto de Londres. Es algo que desgraciadamente ocurre demasiado a menudo en Heathrow. Como voy a Soria, me tienen que enviar la maleta mañana lunes. Total, que no tengo nada que ponerme para mañana.

Pero lo peor fue que el número de teléfono de los organizadores no contesta porque es domingo. He ido al convento y está cerrado. Total, que después de recorrer Soria varias horas para ver si, por casualidad encuentro mi hotel (del que no sé ni el nombre), al final, cansado, con sueño atrasado y con mi reloj interno trastocado, he ido a parar en un hostal en el centro. Desde allí he encontrado el número de teléfono de la residencia de los alumnos, donde me han dicho que los organizadores no les han dado mi nombre, pero que a veces usan el hotel Alfonso VIII para invitados. El hotel, por casualidad, está casi enfrente de mi hostal y, por probar, he ido allí. Y sí, ¡hay una reserva a mi nombre! De vuelta al hostel me han dicho que, como he entrado en la habitación, tengo que pagar esa noche. Bueno, da igual, he pagado el hostal y me he mudado al hotel porque el hotel ya estaba pagado y a pensión completa. Además, el hotel es de cuatro estrellas. Total, que la ducha que me he tomado en el hostal me ha costado 26 euros.

Bueno, da igual. Ahora estoy en el hotel, muy cómodo y viendo la final del mundial desde la habitación. Dicen que también hay internet pero tengo que llamar a recepción. Bueno, lo haré después de ver la final y cenar.

Camino a Soria

Otra vez de viaje, esta vez a Soria. La ocasión es un curso de tecnologías lingüísticas de la red, y me han invitado para dar una presentación.

Pues bien. Soria es una de las capitales de provincia de las que se habla muy poco, y tengo curiosidad por saber cómo es realmente. Lo poco que creo saber es que está en una zona remota, al lado del Duero. La zona, Castilla la Vieja, me suena a batallas medievales durante las primeras etapas de la Reconquista. Soria tuvo su auge durante esa época, pero hizo historia mucho antes. Un poblado cercano, Numancia, es conocido como uno de los bastiones que más se resistió contra los romanos. Cuenta la historia que los numantinos fueron vencidos no por batalla, sino por un sitio por los romanos tan cerrado que no podían entrar ni salir personas ni mercancías. Al final, desesperados de hambre, los numantinos prefirieron sucidarse colectivamente antes de ser conquistados por los romanos. Es una historia que suena a leyenda y ha inspirado a guerreros españoles y a escritores, incluyendo Cervantes.

Ahora estoy en el avión, en el último vuelo. De Sidney el avión ha parado en Bangkok a repostar. De Bangkok el avión me ha llevado a Londres, y de Londres estoy volando a Madrid. Aun me queda viajar de Madrid a Soria en autobús, y luego encontrar alojamiento. Por un despiste mío, como los organizadores me reservaron el alojamiento, me olvidé de preguntarles dónde es tal alojamiento. Espero que pueda llamarlos desde Madrid o desde Soria. Si no, bueno, los coloquios son en un convento con lo que tal vez los frailes me dejen estar allí...